Liderazgo sí, pero consciente
Liderazgo sí, pero consciente
Alberto Borbón, Miembro de Junta Directiva, AED
En casi todas las áreas de nuestra vida en sociedad, es claro que vivimos tiempos de cambio con magnitud y velocidad sin precedentes: crisis climática que genera transformaciones en la matriz energética global, incendios e inundaciones; crisis política global, regional y nacional, producto de la insatisfacción de los pueblos con los resultados de su gestión de gobierno, los juegos de poder y la lucha por recursos; cambios en las ventajas competitivas de los países, los sectores industriales y las empresas, que ven su origen en cambios en las redes logísticas, la demanda por nuevos materiales y productos, la automatización de los procesos de manufactura con robots y de los sistemas de gestión, servicio y apoyo con las innovaciones informáticas, big data e inteligencia artificial. Todo se cuestiona y cambia.
Es en ese entorno convulso, que nos toca liderar nuestras empresas, nuestras organizaciones y nuestro país. Una tarea increíblemente retadora para la que no existe receta, pero sí un camino que quiero recomendar.
El concepto de “liderazgo consciente” corresponde a John Mackey, el co-fundador y ex CEO de la enorme cadena de supermercados americana Whole Foods. En medio de una grave crisis en su empresa, Mackey fue consciente de que tenía que reinventarse: empezar por aceptar su responsabilidad por decisiones inadecuadas que habían afectado a su compañía y aceptar que su estilo de liderazgo debía cambiar para enfrentar la compleja situación en que se encontraba. Cuando las acciones de un líder no resuelven los problemas de su organización, se genera un vacío de liderazgo, que inevitablemente será llenado por gente que quiere el poder y no siempre por las mejores razones. Sí Mackey quería seguir al mando de la compañía que había fundado, tenía que cambiar…lo hizo, tuvo enorme éxito y en el camino encontró un nuevo estilo de liderazgo.
El liderazgo consciente empieza, por aceptar nuestra responsabilidad y poder para con la organización, al tiempo que nos rodeamos de un equipo saludable y productivo que complemente nuestras fortalezas individuales.
Liderar conscientemente significa embarcarnos en un viaje intencional de desarrollo, integridad y responsabilidad. Sin integridad no tendremos la confianza del equipo y sin confianza no hay liderazgo efectivo.
El liderazgo es un viaje continuo de servicio, no una posición estática de poder. Una persona con liderazgo consciente es alguien que acepta ese papel porque está dispuesta a hacer “un viaje interior de carácter, desarrollo y transformación personal, con una poderosa comprensión de la naturaleza y la cultura humana”.
Liderazgo consciente es comprender que lo que hacemos impacta no solo a los inversionistas en el caso de una empresa, sino también a clientes, colaboradores, proveedores y comunidades y por lo tanto nos toca medir nuestro éxito en función de nuestros aportes a todas esas partes interesadas o stakeholders. No alcanzaremos éxito sostenible sin generar valor para todos.
Se trata de hacer empresas y organizaciones exitosas que generen valor y que contribuyan ante tantas necesidades. La única forma de lograrlo es por medio de nuestra gente y por lo mismo hay que cuidarla y desarrollarla. En un país como Costa Rica, incluso la mano de obra “barata” y poco capacitada es cara. La máxima productividad viene de personal capaz, motivado, creativo y empoderado, que busque la satisfacción de nuestros clientes y el logro de los objetivos de la compañía.
Liderazgo consciente es promover la innovación con ética y fomentar el espíritu de las nuevas generaciones para crear y ser íntegros.
Esas personas líderes conscientes no nacen, se hacen. El entorno los modela, su pasado los orienta, la gente los inspira, la responsabilidad los inunda y su visión es lo que les permite avanzar.
Agregaría a todo el abordaje de Mackey, que esos líderes no se hacen solos: conviene reconocer y escuchar a los otros, inspirarse por su buen trabajo, escucharles y con humildad realizar que podemos aprender de todos y entre todos.
Nuestras empresas y Costa Rica necesitan de líderes, pero volvamos a nuestra esencia humilde, solidaria, valiente y tenaz y crezcamos como líderes conscientes. La tarea es urgente y empieza con cada uno frente al espejo.