El Gobierno de Costa Rica representado por el Consejo de Alto Nivel de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), elaboró una estrategia de intervención para lograr cumplir la Agenda 2030. A partir de ahí, se establecieron tres puntos de entrada: pobreza y desigualdad; producción y consumo sostenibles; e infraestructura resiliente y comunidades sostenibles.
Estos puntos prioritarios, se encuentran conectados entre sí y vinculan a todos los demás ODS. A su vez, se interconectan con las tres dimensiones del desarrollo sostenible: social, económica y ambiental.
¿Cómo se seleccionaron los ODS prioritarios?
Desde el 2013, Costa Rica acordó con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), participar en una experiencia piloto de brechas estructurales, y así, identificar los problemas que frenan el desarrollo nacional.
En este estudio se encontraron seis temas: educación, igualdad de género, infraestructura, innovación y competitividad, empleo y situación fiscal.
“Bajo la óptica de la Agenda 2030 analizamos estos temas encontrados en conjunto con Cepal y encontramos relación entre ambos. A partir de ahí, se plantearon los tres puntos de partida que son los que tienen más metas conectadas entre sí y que se relacionan con las brechas encontradas”, explicó la ministra de Planificación y Política Económica (Mideplan), Olga Marta Sánchez.
Se recurrió al Estado de la Nación y a encuestas de opinión para analizar los problemas recurrentes en el país. A partir de todo ello y alineándose a la Agenda 2030, se planteó la pregunta ¿cuál es la visión del país en el largo plazo? para poder determinar los tres puntos de entrada.
El tema de pobreza y desigualdad se contempló dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 como una de las metas nacionales y se enmarca como uno de los pilares del gobierno. En el 2015 se incorporó el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), como marco para nuevos lineamientos de planificación y presupuesto. Además, el porcentaje de hogares en pobreza multidimensional se redujo a 18,8%, mientras que en el 2016 fue de 20,5%.
Para el eje de producción y consumo sostenible el abordaje es desde el enfoque de cambio climático y la necesidad de mejores prácticas en el consumo y producción. El Estado elabora está elaborando la Política de Producción y Consumo Sostenible que aborda aspectos como compras verdes, turismo sostenible, prácticas agrícolas, desperdicios de alimentos, residuos. Además Mideplan trabaja en el sistema de información e indicadores, en conjunto con el INEC y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Finalmente, ciudades sostenibles e infraestructura resiliente busca reconocer las brechas que existen en materia de inversión, capital fijo y sobretodo, infraestructura vial. Con el Plan Nacional de Desarrollo Urbano, se pretende incidir en la sectorización del transporte en el tema de movilidad, el tren urbano, inversiones, factibilidad, diseño y compra de vagones ya que es uno de los grandes cambios que mejoraría la manera en que se organizan las ciudades.